Mazón exige al Gobierno central la continuidad de la central nuclear de Cofrentes
El president de la Generalitat advierte del impacto que tendría el cierre de la planta en la industria valenciana y defiende un modelo energético sostenible que combine renovables y energía nuclear
El president de la Generalitat, Carlos Mazón, ha
reclamado al Gobierno de España que prolongue la vida útil de la central
nuclear de Cofrentes más allá del año 2030. Lo ha hecho tras una reunión con el
presidente del Consejo de Cámaras de Comercio de la Comunitat Valenciana, José
Vicente Morata, en la que han analizado un informe que respalda esta petición
desde el punto de vista económico e industrial.
Según Mazón, “Cofrentes es una fuente energética
sostenible y primordial para el desarrollo económico y social de nuestro
territorio”. Ha insistido en que esta infraestructura aporta el 45% de la
producción eléctrica de la Comunitat Valenciana, ayuda a estabilizar los
precios de la electricidad y es clave para el funcionamiento de sectores
industriales estratégicos.
El informe elaborado por la Cámara de Comercio
advierte de que el cierre de la central supondría un riesgo para más de 12.000
empresas industriales que dependen de un suministro eléctrico estable. Estos
sectores —como el químico, cerámico, alimentario, metalúrgico y del plástico—
generan 184.000 empleos directos y condicionan otros 235.000 indirectos.
Además, se estima que la clausura supondría la pérdida de 450 millones de euros
de inversión en la próxima década, así como una caída en ingresos tributarios.
Frente común institucional
Mazón ha manifestado su intención de promover “un
frente común social, económico e institucional” para evitar el cierre no solo
de Cofrentes, sino también de otras centrales como la de Almaraz. Ha apelado al
“diálogo y el consenso” con las comunidades autónomas y ha pedido al Ministerio
de Transición Ecológica que revise el calendario de cierre y considere una
moratoria, como ya están aplicando países como Reino Unido o Suecia.
También ha denunciado la fiscalidad que afecta a la
planta de Cofrentes, con impuestos específicos que “distorsionan su
competitividad”, y ha defendido medidas para agilizar la transición energética.
Entre ellas, la simplificación administrativa, el impulso a la innovación y una
mayor inversión en energías limpias.
Una transición energética equilibrada
El jefe del Consell ha reiterado que la Comunitat
Valenciana apuesta por un modelo energético “sostenible y equilibrado”, que
combine las renovables —como la solar, la eólica o el hidrógeno verde— con la
energía nuclear. En este sentido, ha recordado que en solo un año el nuevo
Gobierno ha comenzado la tramitación de 181 instalaciones fotovoltaicas y ha
autorizado 74 parques con una potencia de 1.200 megavatios.
Por último, ha lamentado “los años de colapso del
anterior ejecutivo” y ha defendido el nuevo rumbo emprendido: “Tenemos 300 días
de sol al año, una orografía idónea para la energía eólica y empresas líderes
en el sector: no podemos renunciar a nuestro potencial por prejuicios
ideológicos”.
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