La central de Cofrentes fue clave en la estabilidad eléctrica tras la DANA

El sector energético destaca la importancia de la digitalización y el respaldo de la energía nuclear para garantizar el suministro en situaciones climáticas extremas

La reciente DANA que afectó a España en octubre dejó en evidencia la importancia de contar con una red eléctrica robusta y digitalizada. Durante la jornada del Observatorio de Derecho de la Energía, expertos del sector analizaron los desafíos y la necesidad de reforzar la infraestructura eléctrica para hacer frente a fenómenos meteorológicos cada vez más frecuentes e intensos debido al cambio climático.

Uno de los ejemplos que destacaron fue Cofrentes, cuya central nuclear jugó un papel fundamental en la estabilidad del sistema eléctrico durante la DANA. La planta permitió mantener el equilibrio instantáneo del suministro en momentos en los que las renovables no podían operar debido a la falta de sol o los fuertes vientos que obligaron a parar los aerogeneradores.

Inversión en redes y digitalización para una mayor resiliencia

Los especialistas subrayaron que la clave para afrontar estos eventos extremos es aumentar la inversión en redes eléctricas inteligentes, incorporando tecnologías avanzadas como la automatización y los sistemas predictivos. Gracias a estas mejoras, durante la DANA se logró restaurar el suministro al 50 % de los afectados en menos de 24 horas y al 95 % en menos de 72 horas.

Desde Red Eléctrica de España, Ángel Mahou destacó que contar con un sistema mallado y flexible permitió redirigir la energía a través de caminos alternativos, minimizando el impacto en los usuarios. En la misma línea, Eva Mancera, de I-DE Redes Eléctricas Inteligentes, recordó que sin una red digitalizada, la restauración del servicio habría sido mucho más lenta y complicada.

Ante esta situación, Iberdrola ha aprobado una inversión de 100 millones de euros dentro de su plan il.lumina, destinado a rediseñar y fortalecer las redes eléctricas afectadas por la DANA para anticiparse a futuras catástrofes naturales.

La energía nuclear, clave en situaciones críticas

Uno de los puntos más debatidos en la jornada fue el papel de la energía nuclear en la seguridad del suministro eléctrico. Óscar Barrero, socio responsable de Energía en PwC España, señaló que sin Cofrentes, el sistema habría sido mucho más vulnerable durante la DANA. Explicó que en momentos de condiciones extremas, la nuclear aporta firmeza y flexibilidad, compensando la intermitencia de las renovables.

Por su parte, Manuel Argüelles, director general de Energía y Minas de la Comunidad Valenciana, advirtió que el cierre de las centrales nucleares supondría un riesgo para la estabilidad del sistema eléctrico, encareciendo la factura y aumentando la dependencia energética exterior. Según un estudio de PwC, en un escenario sin energía nuclear, el precio mayorista de la electricidad subiría 37 €/MWh, lo que supondría un incremento del 23 % para hogares y pymes y del 35 % para la industria.

Un futuro energético que requiere planificación e inversión

Los expertos coincidieron en que la transición energética debe combinar renovables, digitalización y tecnologías de respaldo como la nuclear para garantizar un sistema eléctrico seguro, estable y resiliente. También reclamaron una mayor flexibilidad en la inversión en redes, acelerando los permisos para la construcción de nuevas líneas y subestaciones que permitan reforzar la infraestructura ante desafíos climáticos cada vez más intensos.

El debate concluyó con un llamamiento a la acción: sin inversiones estratégicas en red y generación eléctrica, eventos como la DANA seguirán poniendo a prueba la capacidad de respuesta del sistema energético español.

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