El futuro de la central nuclear de Cofrentes, en el centro del debate en el Congreso
El Congreso de los Diputados debatirá el próximo 11 de febrero una Proposición No de Ley (PNL) presentada por el Partido Popular (PP) con el objetivo de prorrogar la vida útil de las centrales nucleares en España, incluyendo la de Cofrentes, que está programada para cerrar en noviembre de 2030.
Este
debate, que pone en el centro del foco político la estrategia energética
nacional, podría modificar el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC),
que prevé el apagón nuclear progresivo de todas las plantas del país entre 2027
y 2035.
Cofrentes: una central clave en la
producción energética
La
central
nuclear de Cofrentes, ubicada en la comarca del Valle de
Ayora-Cofrentes, es la más grande de la Comunidad Valenciana y juega un
papel fundamental en el suministro eléctrico de la región. Genera el 45%
de la electricidad producida en la Comunitat Valenciana y el 3% de la
producción energética nacional, abasteciendo a más de dos millones
de hogares.
Además
de su relevancia energética, el cierre de la central supondría un impacto
económico significativo para la comarca. Actualmente, la planta proporciona alrededor de
1.000 empleos directos y otros 1.000 indirectos, lo que la convierte en uno
de los motores económicos más importantes del interior valenciano.
Posturas enfrentadas sobre el
cierre nuclear
El
presidente
de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha defendido la
necesidad de mantener
operativa la planta más allá de 2030, argumentando que su
clausura afectará negativamente tanto a la producción energética como a la
economía regional. Mazón insiste en que el cierre dejaría a la Comunidad Valenciana en una situación de
dependencia energética, al tiempo que reclama garantías de
suministro estable antes de proceder al apagón nuclear.
Por
otro lado, la delegada
del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, ha
criticado la postura del PP, calificándola como un intento de frenar la
transición energética. Según Bernabé, mantener el debate abierto sobre Cofrentes solo retrasa la
inversión en energías renovables y pone en riesgo los objetivos climáticos de
la Unión Europea.
Desde
el sector
industrial nuclear, las empresas del sector advierten que la
desaparición de Cofrentes y del resto de las plantas del país podría suponer un
incremento
del coste de la electricidad y una mayor
dependencia de fuentes energéticas extranjeras, lo que
afectaría la seguridad
del suministro en el futuro.
Un posible cambio de rumbo en la
política energética
Si
la iniciativa del PP obtiene respaldo en el Congreso, se
abriría la puerta a una posible revisión del séptimo Plan General de Residuos
Radiactivos y del PNIEC 2023-2030, lo que podría permitir prolongar la
vida útil de Cofrentes.
Por
el momento, el debate sigue abierto y las decisiones que se tomen en los
próximos meses serán clave para el futuro energético de la Comunitat Valenciana y
de España.
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