Localizan ejemplares de la invasiva almeja asiática en el río Cànyoles

Acció Ecologista-Agró ha localizado ejemplares de almeja de río asiática en el río Cànyoles, en el término municipal de Xàtiva, según ha informado la organización ecologista en un comunicado. El molusco, que ya se había localizado en el Júcar y en otros lugares de la Comunitat Valenciana, puede afectar a la fauna autóctona y las canalizaciones, según ha advertido.

La localización se ha producido este verano durante la realización del censo anual de tortugas autóctonas del Cànyoles, enmarcado en el Proyecto Emys. Se trata de ejemplares de almeja asiática (Corbicula fluminea) hallados en el lecho seco del río, en un tramo de unos cien metros, cerca del Hospital Lluís Alcañiz y del antiguo puente del ferrocarril, actualmente vía verde.

La almeja de río asiática es un bivalvo originario de Asia, Australia y África, con una colonización rápida y de larga distancia que, a través del transporte de sentinas, del comercio de recursos alimentarios, de la liberación de cebo, de la industria de acuarios y del autostop mediado por antropogénicos, se ha extendido por los hábitats de agua dulce de Europa y América.

Las adaptaciones del ciclo vital y los rasgos reproductivos de la almeja asiática permiten que se formen densidades poblacionales «masivas» cuando invaden un nuevo hábitat o después de estar sujetos a estrés ambiental, lo que la convierten «en una de las cien especies invasoras más peligrosas del mundo».

Su presencia en los tramos prospectados durante el Proyecto Emys es, por lo tanto, «una mala noticia para el Cànyoles», subraya Acció Ecologista-Agró, que ha informado del hallazgo a la Conselleria de Medio Ambiente, a la Confederación Hidrográfica y al Ayuntamiento de Xàtiva.

Según la entidad, las almejas de río asiáticas tienen un gran impacto económico y ecológico, especialmente por obstrucciones en las cañerías de entrada y filtración de agua y daños en las plantas generadoras de electricidad por bioincrustaciones, que generan problemas de gestión y pérdidas para la industria del turismo.

Si bien las infraestructuras dañadas por su presencia son costosas pero «recuperables», las afecciones al medio ambiente causadas por este invasor «pueden ser irreversibles», ha alertado AE-Agró, que añade que los efectos negativos de esta almeja «se notan más en las poblaciones de moluscos nativos, compitiendo por el alimento y desplazándolos con su actividad de bioturbación y excavación».

Además, también pueden afectar indirectamente al resto de flora y la fauna al alterar la química del agua con sus excrementos y la deposición de pechinas, aumentando la concentración de nutrientes (nitrógeno y fósforo) y de calcio, respectivamente.

Estos cambios de composición se han asociado con la disminución de las poblaciones de macrocitos sumergidos acuáticos, lo que puede derivar en modificaciones en todo el ecosistema acuático, desde el zooplancton hasta las aves migratorias.

Los tres métodos principales utilizados para controlar o erradicar, en función de la invasión y la reactividad, las almejas asiáticas establecidas incluyen barreras bentónicas, dragado por succión y mollusquicidas químicos en forma de potasio. No obstante, según AE-Agró,la realidad es que la implementación de estas prácticas de gestión «son fiscalmente costosas, requieren toneladas de horas de trabajo y comportan degradación ambiental».

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