La patronal nuclear reclama que Cofrentes siga abierta más allá de 2030
La patronal nuclear reclama que la central de
Cofrentes siga abierta más allá del 30 de noviembre de 2030, fecha pactada
entre Iberdrola y el Gobierno para su cierre definitivo. El presidente de Foro
Nuclear, Ignacio Araluce, insiste en que hay que revisar el cierre del parque
nuclear español bajo la premisa de que las centrales "son necesarias para
el sistema". La exigencia se produce después de que la central valenciana
haya permanecido 27 días parada entre marzo y abril porque producía
electricidad a pérdidas por el aumento de la producción renovable y el desplome
del precio en el mercado mayorista. El coste de la luz sigue en mínimos gracias
a la producción eólica y fotovoltaica, y los expertos insisten en que cada vez
serán más frecuentes los periodos con energía barata por la apuesta que está
haciendo España por aumentar su parque renovable.
A pesar de esta situación, Ignacio Araluce subrayó a
mediados de semana durante la presentación de resultados de la industria nuclear
en 2023 que España "no puede ir en sentido contrario (al resto de países),
se está quedando sola" por lo que hay que "replantear" el futuro
de las centrales y "las condiciones que garanticen su viabilidad".
Cofrentes cerró casi un mes porque perdía dinero por
cada megavatio que colocaba en el mercado. Las centrales nucleares españolas
deben abonar unos 25 euros por MWh en impuestos y tasas con independencia del
precio de la luz. Los meses de marzo y abril han sido complicados para los
operadores nucleares por el desplome del coste de la energía. El mercado
mayorista cerró en marzo a un precio medio de 20 euros el MWh y este mes va por
la misma senda. Cada día hay más horas a coste a cero en el mercado mayorista y
las eléctricas aseguran que es insostenible mantener la producción en esas
condiciones.
El parón de Cofrentes, que genera el 44 % de la
electricidad de la Comunitat Valenciana, se produjo en pleno choque con el
Gobierno por los impuestos que soportan las nucleares y por una posible nueva
subida. El Ministerio de Transición Ecológica frenó el proceso legal que había
lanzado para aplicar una subida de casi el 40 % de la tasa que pagan las
nucleares para financiar el coste de desmantelar los reactores (ante el próximo
cierre del parque español) y por la gestión de sus residuos. Las eléctricas se
quejan de que los 25 euros euros MWh que pagan en impuestos suponen entre el 35
y el 40 % de los ingresos de las centrales.
En este contexto se produce el cuestionamiento del
cierre del parque nuclear. El PP y Vox están a favor de alargar la vida de las
nucleares y los partidos de izquierda son contrarios por los residuos
radiactivos que generan las plantas. Las eléctricas pactaron con el Gobierno
hace cinco años el cierre ordenado de las cinco centrales con siete reactores
que operan en España.
El calendario establece que los primeros reactores
que van a dejar de operar son los de Almaraz I (Cáceres) el 1 de noviembre de
2027 y Almaraz II el 1 de octubre de 2028, Ascó I (Tarragona) el 1 de octubre
de 2030 y Cofrentes. El proceso de apagón nuclear requiere de unos preparativos
previos que provocan que este año sea el último en el que no haya marcha atrás
y se han redoblado las presiones para mantener operativas las plantas.
La junta directiva de Sociedad Nuclear Española
(grupo de presión formado por la industria nuclear y los profesionales que
trabajan en ella) ha acusado al Gobierno de cerrar Cofrentes por razones
ideológicas. Al igual que la patronal, la asociación subraya el papel esencial
que desempeñan estas instalaciones en la estabilidad y sostenibilidad del
sistema. Sin embargo, el Gobierno es inmune a las presiones y sigue la senda de
Alemania que apagó sus últimas centrales nucleares en abril del año pasado (en
plena crisis energética por la invasión de Ucrania). En el propio municipio de
Cofrentes dan por hecho que la planta dejará de operar en 2030.
..
Comentarios
Publicar un comentario