España sufrirá temperaturas superiores a los 50ºC según la inteligencia artificial

El sur de Europa, España incluida, podría llegar a sufrir de forma habitual temperaturas superiores a los 50ºC. Es uno de los augurios de la inteligencia artificial, que puede convertirse en una herramienta perfecta para predecir el futuro climático y, en consecuencia, prepararse de la mejor manera posible para minimizar sus impactos.

Dieciséis institutos de investigación europeos han unido sus fuerzas con profesionales del riesgo climático para evaluar y predecir mejor la influencia del cambio climático en las condiciones meteorológicas extremas utilizando novedosos métodos de inteligencia artificial.

Este nuevo proyecto de cuatro años financiado por la UE, llamado ‘Xaida’, comenzó en septiembre de 2021. Sus últimos estudios han concluido que el cambio climático antropogénico hace que los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos sean "más probables y más graves", según ha señalado la Sociedad Max Planck, que participa en el consorcio.

"El año 2023 estuvo lleno de extremos climáticos. La temperatura media mundial fue 1,48 grados centígrados por encima del promedio preindustrial. Al mismo tiempo, hubo olas de calor y sequías excepcionales, tormentas extremas y lluvias catastróficas", reseña.

Destaca que a partir de junio, todos los meses de 2023 fueron más cálidos que el mes correspondiente de años anteriores desde que se dispone de datos de medición. Más: en la segunda mitad del año, las temperaturas estuvieron más de 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales, y algunos días se superaron incluso los 2 grados.

 El aumento de la temperatura media global también intensificó algunos fenómenos extremos, como han descubierto investigadores del consorcio Xaida. Es el caso, por ejemplo, de las precipitaciones extremas de la tormenta ‘Daniel’, que provocaron la rotura de dos represas en Libia en septiembre. Las inundaciones se cobraron miles de vidas y convirtieron a ‘Daniel’ en la tormenta más mortífera en África hasta la fecha.

"Estimamos que las precipitaciones extremas se han vuelto al menos diez veces más probables como resultado del cambio climático", dice Friederike Otto, científica del Instituto Grantham del Imperial College de Londres.

Más: la cantidad de precipitación aumenta durante las lluvias intensas porque el aire más cálido absorbe más humedad. Además de las velocidades del viento de hasta 322 kilómetros por hora, esta fue una de las razones por las que el huracán ‘Otis’ devastó gravemente Acapulco (México) en octubre. Según un equipo del CRNS francés, ‘Otis’ fue un evento sin precedentes que puede atribuirse al cambio climático antropogénico.

Los socios del consorcio Xaida también analizaron las olas de calor que provocaron temperaturas superiores a los 50 grados centígrados en Estados Unidos y China en julio. También en el verano de 2023 el sur de Europa sufrió temperaturas "excepcionalmente calurosas" y, según un estudio de ETH Zurich, en el futuro también serán posibles aquí temperaturas superiores a los 50 grados centígrados.

"En muchas partes del mundo, los veranos excepcionalmente calurosos suelen ser también muy secos, y las sequías también son cada vez más probables y más graves como resultado del cambio climático. En algunos casos, esto tiene consecuencias nefastas para la agricultura", alerta la Sociedad Max Planck.

 En los últimos 40 años, el calor y la sequía han reducido el rendimiento de los cultivos incluso en el hemisferio norte, como determinó un equipo del Centro Helmholtz de Investigación Ambiental UFZ, también integrado en Xaida.

Algunas regiones del Sur Global se ven aún más afectadas. Siria e Irak, por ejemplo, sufren desde hace tres años una sequía excepcional. Con un calentamiento global de 1,2 grados centígrados, la probabilidad de que esto suceda ya es 25 veces mayor que antes del inicio del cambio climático antropogénico.

Con respecto a esta última realidad, un equipo dirigido por Markus Reichstein, director del Instituto Max Planck de Biogeoquímica de Jena, está desarrollando un método para predecir las consecuencias de fenómenos extremos para la vegetación, como por ejemplo los cultivos. Para ello, analizan extensos datos meteorológicos, geográficos y biológicos con la ayuda de inteligencia artificial.

"El mismo clima puede tener consecuencias muy diferentes en distintas regiones", afirma Reichstein. Por ejemplo, en 2021 llovió tanto en Uckermark como en el valle del Ahr (ambos lugares en Alemania). Pero, debido a la diferente geografía, en Uckermark no hubo ningún desastre, mientras que en Ahr se regsitraron inundaciones devastadoras". Otro ejemplo: es menos probable que la sequía afecte a las plantas en una ladera orientada al norte que en una hondonada que en una ladera orientada al sur.

 "Las predicciones que tienen en cuenta estas diferencias requieren un nivel de complejidad que no poseen los modelos físicos", explica Reichstein. "Es más, todavía no entendemos completamente muchas de las conexiones".

Sin embargo, la inteligencia artificial reconoce patrones en los datos sobre lluvias intensas o sequías pasadas que permiten hacer predicciones sobre eventos futuros. "Las organizaciones de ayuda podrán entonces adaptarse mejor a esto y desplegar sus recursos de manera específica", afirma el investigador climático.

La inteligencia artificial está preparada para predecir con precisión dónde se necesitará ayuda y prepararse para desastres inminentes. Los investigadores del Max Planck aplicarán inicialmente su método en colaboración con la Cruz Roja Alemana en Somalia y Kenia para ayudar a los pastores a adaptarse mejor a la sequía.

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