La Diputació impulsa el primer plan para favorecer la igualdad de las mujeres en el sistema rural valenciano

La Diputació ha presentado este martes el primer ‘Plan Estratégico de la Mujer en el Sistema Rural Valenciano’, un documento que propone 71 acciones concretas cuya aplicación podrá subvencionarse a través de la Red de Municipios Protegidos contra la Violencia de Género de la Diputación, con el reto de hacer efectiva la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en el ámbito rural de la provincia. El trabajo, encargado a la cooperativa Espai Coneix, ha sido realizado sobre la base del estudio de la Universitat sobre la situación de las mujeres en pueblos de menos de 3.000 habitantes, muchos de ellos en riesgo de despoblación.

La diputada de Igualdad, Eli García, ha expuesto la conclusión principal del estudio elaborado por la Universitat, que “detecta las discriminaciones existentes en el entorno rural, tanto por cuestión de género como por ubicación, con desigualdades manifiestas entre las mujeres que habitan las ciudades y las que permanecen en los pueblos”. Una realidad que ha llevado a la Diputación a “impulsar un plan para los próximos cuatro años que marque el camino a las administraciones locales y colectivos sociales en la toma de decisiones y las medidas concretas que ayuden a mejorar la situación”.

El plan de acción impulsado por el área provincial de Igualdad da respuesta a los cinco ejes de análisis empleados por la Universitat, que van “desde el principio de Igualdad en las políticas públicas hasta el impacto de la violencia sobre la mujer en el medio rural, pasando por la formación, el empleo y el emprendimiento; la conciliación laboral y la corresponsabilidad familiar; y el empoderamiento y liderazgo de la mujer rural”, según explica Inés Martínez, de la cooperativa Espai Coneix.

Y esa respuesta, en base a los objetivos de la igualdad de oportunidades, la formación vinculada a la mejora de la empleabilidad, el reconocimiento sociocultural de los trabajos esenciales de las mujeres, el liderazgo femenino y la prevención y persecución de la violencia machista, se plasma en una serie de propuestas de mejora que repasa Elisenda Vallés, compañera de Inés en la cooperativa: “será importante incidir en la economía de los cuidados; mejorar las políticas de corresponsabilidad familiar y laboral; potenciar la visibilidad de las mujeres; promover una formación adaptada y efectiva; y avanzar en la digitalización del mundo rural”.

Brecha laboral y digital

El estudio previo desarrollado por el departamento del catedrático Jorge Hermosilla se sustenta en más de 3.000 entrevistas y encuestas a mujeres, y cuenta con la participación de 43 ayuntamientos, principalmente de comarcas de interior como el Rincón de Ademuz, La Serranía, el Valle de Ayora-Cofrentes, La Canal de Navarrés y la Plana Utiel-Requena, con datos de otras comarcas valencianas que cuentan igualmente con municipios en riesgo de despoblación.

Los datos extraídos evidencian la existencia de una brecha laboral y digital en una población analizada de 180.000 personas, donde el 49,2% son mujeres. Mujeres sin estudios, por ejemplo, que en el 62,7% de los casos no tiene acceso a Internet, como tampoco lo tiene cerca del 40% de las mujeres con estudios que residen en el medio rural. Mujeres que, en cuanto a contratos temporales, triplican los de los hombres, con una tasa de actividad femenina 10 puntos por debajo de la masculina en 2021, una brecha que se va reduciendo pero no lo suficiente.

Estas desigualdades se suman a los problemas de las mujeres del entorno rural a la hora de desplazarse y a las cifras vinculadas a la violencia machista: el 61% de las entrevistadas ha sabido de algún caso cercano; solo el 40% asegura conocer los derechos civiles de las víctimas; y el 40% de las muertes registradas en 2020 se localizan en el mundo rural.

70 acciones propuestas

Frente a esa realidad analizada por la Universitat, el documento redactado por Espai Coneix, que la Diputación se encargará de difundir entre los ayuntamientos en el marco del trabajo conjunto de su Red de Municipios contra la Violencia de Género, propone acciones concretas que podrán subvencionarse en cada uno de los cinco ejes en que se divide el estudio previo.

En el primer eje destaca la elaboración de planes de igualdad y el seguimiento de los mismos; la promoción de estudios y la recopilación de datos desagregados por sexo desde las administraciones locales; guías sobre la incorporación de la igualdad de oportunidades en los proyectos de los ayuntamientos; formación en igualdad para el personal de los entes locales; campañas de difusión y sensibilización; y la importancia de las habilidades digitales en el entorno rural.

El segundo eje contempla la búsqueda de posibles yacimientos de empleo cercanos; el consumo de proximidad; un plan de transporte colectivo en las zonas rurales; redes de conexión a las tecnologías de la información; fomento del acceso a la tierra para las mujeres e incentivos para que sean parte del relevo generacional; promoción de la cultura del emprendimiento y el autoempleo; potenciar las competencias transversales para acceder a cualquier trabajo; detectar las necesidades formativas en cada territorio; y dignificar la empleabilidad de la mujer.

El eje de la conciliación incluye medidas como visibilizar la importancia de los cuidados y la crianza; generar recursos y servicios psicosociales para las personas cuidadoras en el ámbito rural; promover servicios que faciliten la conciliación; facilitar los recursos para ejercer profesiones teletrabajando; y potenciar las escuelas rurales.

El eje cuarto se centra en la aplicación del principio de composición equilibrada de mujeres y hombres en los organismos locales; los programas de formación de empoderamiento y liderazgo de las mujeres en puestos de dirección; la difusión de las ventajas para profesionalizar la actividad agraria femenina; y la discriminación positiva en las subvenciones y ayudas a las mujeres del medio rural.

Por último, el bloque encaminado a prevenir y erradicar la violencia machista incluye cursos de formación y atención a las víctimas; guías informativas sobre los recursos existentes; mejora de la asistencia y la ayuda prestada a las víctimas; atención jurídica, psicológica y social a las mujeres maltratadas y sus hijos e hijas; protocolos que mejoren la coordinación de los ámbitos judicial, policial, educativo, sanitario y de servicios sociales; traslado a organismos que prestan atención integral a las víctimas; cursos sobre coeducación y colaboración en la educación afectivo-sexual; campañas publicitarias sin estereotipos; y avanzar decididamente en la abolición de la prostitución.

La Diputación con la mujer rural

El plan estratégico presentado este martes es el broche a una legislatura marcada por las acciones de la Diputación en favor de la mujer rural, en estrecha colaboración con Fademur, la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales. El punto de partida fue el audiovisual que mostraba los proyectos de éxito de mujeres emprendedoras que desarrollan su actividad en pueblos del interior de la provincia. Un proyecto dinamizador que tuvo continuidad con el foro ‘Entorno rural, Mujeres indispensables’.

Una de las iniciativas más destacadas de estos cuatro años lleva por título ‘Hacemos que las mujeres cuenten’, un reconocimiento a esas líderes en pequeñas comunidades en las que destacan por su carisma y saber hacer; mujeres apreciadas por sus vecinos y vecinas que merecen ser recordadas por su trayectoria vital, su carácter emprendedor o su defensa de los derechos y la igualdad.

El ciclo de respaldo a la mujer rural se ha completado con la participación en el estudio que caracteriza social y económicamente la despoblación a través de esa mirada femenina, y el plan de acción encargado a Espai Coneix para dar respuesta a las necesidades de las mujeres en el ámbito rural en los próximos años, implicando para ello a la administración local y subvencionando la aplicación de las mejoras desde la red provincial.

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