El Consejo de Seguridad Nuclear asegura que es posible instalar renovables en terrenos de nucleares desmanteladas
El presidente del Consejo de Seguridad Nuclear
(CSN), Juan Carlos Lentijo, ha dado este martes una nueva visión sobre el
futuro de las instalaciones nucleares en España, proponiendo que el
emplazamiento de estas instalaciones, una vez desmanteladas y “tras el proceso
de descontaminación radioactiva preceptivo” pueda ser reutilizado para usos
industriales. “Tienen una potente conexión de alta tensión con la red eléctrica
que puede ser muy atractiva para desarrollos de plantas de energía renovable,
por ejemplo”, ha explicado Lentijo en su primer encuentro con la prensa desde
que accedió al cargo.
Hasta ahora, los expertos del sector habían manejado
la idea que el futuro de las plantas nucleares quedara como una zona yerma sin
más usos alternativos. “Cabe recordar que la idea de contaminación cero no
existe, como tampoco existe en la naturaleza. Pero eso no significa que estos
terrenos deban ser descartados”, explicó el directivo.
El Consejo de Seguridad Nuclear no tiene capacidad
alguna de decisión sobre el futuro de las plantas nucleares en España, ya que
su responsabilidad se centra en asegurar su seguridad tanto si están en
funcionamiento como si se aborda su desmantelamiento, lo cierto es que las
posibilidades de que España se apunte a ampliaciones de estas plantas como la
anunciada por Bélgica son muy remotas.
“En este momento, lo que está vigente es la hoja de
ruta acordada entre el Gobierno y las empresas en la que se fijó un calendario
de desmantelamiento”, asegura Lentijo. Preguntado por la posibilidad que
defienden algunas posiciones políticas de que España retrase ese proceso, desde
el CSN descartan el análisis político, pero sí advierten que cualquier decisión
al respecto se debe “planificar con tiempo suficiente para que todos los
implicados tengan tiempo de reacción”.
Lentijo discrimina entre la decisión de ampliación
anunciada por Francia y Bélgica por un lado y la de Alemania. “Alemania solo ha
deslizado la actividad unos meses, no tiene combustible para más tiempo y no
podrán seguir funcionando. Desmantelar una nuclear es un proceso que debe
planificarse con tiempo”, advierte. Al tiempo que ha explicado, que el CSN
necesitaría al menos tres años para preparar un informe en el que se asegure
que las plantas ahora con fecha de finalización son aptas y seguras para seguir
funcionando más allá de los 40 años que ahora superan la mayoría. “Aunque todo
depende de la propuesta, no es lo mismo alargar dos años una nuclear que 20”,
puntualizó.
Lentijo también se ha referido al complejo asunto de
los residuos radioactivos. “La construcción Almacenamiento Geológico Profundo
(AGP) hay que tomársela con mucha calma. No hay margen de error”, ha asegurado
tras recordar que no podrá estar operativo hasta los años 80 de este siglo, más
allá del 2073 como se había contemplado hasta ahora.
Hasta que eso ocurra España debe continuar confiando
en los almacenes temporales que asumirán cada una de las centrales que se irán
desmantelando paulatinamente desde el 2027, cuando está previsto el cierre de
Almaraz, y 2035, año en el que cerrarán Trillo y Valdellós, según la última
versión del 7º Plan de Gestión de Residuos.
En cuanto a la seguridad de funcionamiento, Lentijo
también ha descartado que el parque nuclear español tenga riesgos de sufrir los
problemas a los que se ha enfrentado el francés en el último año y que ha
obligado incluso a la paralización de casi la mitad de las plantas galas con el
consiguiente problema de suministro en el país.
"Resumiendo mucho la situación, las
instalaciones francesas han tenido que abordar unos problemas de grietas en las
tuberías próximas al distribuidor primario de las plantas que generaban mucho
riesgo de seguridad. Confiamos en que este problema no se produzca en
España", puntualizó.
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