Desmantelan una fábrica ilegal de tabaco en Enguera

 

La Guardia Civil con la colaboración de Europol, en la denominada operación FATACA, ha desarticulado una organización criminal de contrabando de tabaco donde se han desmantelado tres fábricas de tabaco y en la que se han detenido a 27 personas y aprehendido 3.500.000 cajetillas de tabaco sin precinta fiscal valoradas 17.500.000 euros y 10.000 kilos de hoja de tabaco, con un valor superior a los 20.000.000 de euros.

En la operación, se ha procedido a 24 entradas y registros en domicilios, naves industriales y comercios en las localidades de Sevilla, Málaga, Córdoba, Madrid, Albacete, Valencia, Zaragoza y La Rioja.

La operación se inició a finales del 2021, cuando se explotó la operación Turkeys, donde se desmanteló una fábrica clandestina de tabaco en el interior de una nave de pollos de la localidad de los Corrales (Sevilla).

Fruto de esta intervención, los agentes detectaron otra organización criminal que movía grandes cantidades de tabaco de contrabando, con un altísimo nivel de actividad en todo el territorio nacional y en otros países colindantes. Por tal motivo, la Guardia Civil solicitó la colaboración de Europol para coordinar la operación.

Distribución y abastecimiento de cajetillas de tabaco sin precinta fiscal

Continuando con las investigaciones, se pudo de manifiesto que la organización criminal tenía dos modus operandi claramente diferenciados, lo que le permitía a sus líderes distribuir y abastecer de cajetillas de tabaco sin precinta fiscal a todo el territorio nacional y a otros países europeos.

Por un lado, importaban estas cajetillas a través de contenedores, introducidos por varios puertos marítimos nacionales e incluso internacionales. Estas labores de tabaco eran introducidas no declarando dicha mercancía ante las autoridades aduaneras y por lo tanto eludían el pago de los correspondientes tributos (IIEE e IVA).

El segundo y principal modo era la fabricación clandestina de tabaco, contando para ello hasta con al menos 3 fábricas instaladas en Logroño, Valencia y Sevilla, lo cual permitía a la organización poder abastecer de cajetillas de tabaco a todas las provincias de España, y sacar parte de la producción a otros países europeos.

Asimismo, la organización para realizar las distintas tareas de producción en las fábricas, se valían de personas de nacionalidad ucraniana, los cuales se habían trasladado España en situación irregular o bajo protección internacional ante la guerra declarada en su país, quienes vivían en dichas instalaciones, hacinados en módulos prefabricados, y sin salir de las instalaciones para no ser detectados, realizando largas jornadas de trabajo.

Asimismo, los líderes de la organización blanqueaban grandes cantidades de dinero reportado por el contrabando de tabaco, los que les permitiría mantener una vida de lujos, residiendo en fincas con todo tipo de lujos en la provincia sevillana y en urbanizaciones de la localidad marbellí.

En la última etapa de la operación, los investigadores detectaron como esta organización estaba diversificando su actividad delictiva, ampliando sus instalaciones en macroplantaciones de marihuana.

Las tres fábricas clandestinas de tabaco estaban ubicadas en las localidades de Alfaro (La Rioja), Los Corrales (Sevilla) y en Enquera (Valencia). Dichas factorías contaban con maquinaria con avanzada tecnología. El valor de dichas fabricas estaría en torno a de 3.000.000 de euros. Además, se incautó maquinaria en Estepa (Sevilla), con la que tenía previsto la organización, montar una cuarta fábrica en Osuna (Sevilla), para aumentar aún más la producción y por tanto los beneficios. Con las tres fábricas que tenía la organización podría producir 540.000 cajetillas al día.

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