El presidente del CSN, sobre las incidencias de Cofrentes: “No ha saltado el semáforo rojo”
El presidente del Consejo de Seguridad Nuclear
(CSN), Juan Carlos Lentijo, ha garantizado que ninguna de las “incidencias
operacionales” registradas en los últimos meses en la central nuclear de
Cofrentes (Valencia) ha hecho saltar el “semáforo rojo de la seguridad, para
nada, ni por separado ni en su conjunto”.
La planta valenciana registró paradas de emergencia
a principios de 2022 tras las operaciones de recarga de combustible realizadas
a finales de 2021. En una entrevista con Europa Press, el nuevo presidente del
regulador nuclear, que tomó posesión de su cargo el pasado 9 de mayo, se ha
referido a los ocho sucesos que Cofrentes notificó la planta al regulador en
2021 y cinco más en lo que va de 2022.
Todos ellos fueron calificados con nivel 0, el más
bajo de la Escala Internacional de Sucesos Nucleares, que significa que estos
no tuvieron ninguna repercusión ni para la seguridad de la planta, ni la de
trabajadores, el medio ambiente o la población en general.
No obstante, a solicitud de ERC en el pleno del
Senado el pasado 10 de junio, el Ministerio para la Transición Ecológica pidió
al CSN un informe sobre las últimas incidencias de la central valenciana y
Lentijo ha confirmado que ese trabajo ya está hecho y remitido al departamento
que dirige Teresa Ribera.
Sin anomalías
Lentijo ha expuesto que la conclusión de esa
evaluación es que “no se ha detectado en Cofrentes que ninguno de los sucesos
en particular ni en general el sumatorio de todos ellos lleve a pensar que en
la planta estén ocurriendo cosas anómalas que requieran un análisis adicional,
pero seguirán verificando muy estrechamente su funcionamiento”.
De hecho, ha subrayado que en su experiencia como
exdirector adjunto del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) en
Viena (Austria) donde trabajó una década, se destaca a Cofrentes en el “top” de
centrales por el bajo número de eventos operativos. De este modo, circunscribe
las últimas incidencias en las normales cuando arranca una planta después de
las paradas por recarga, en las que se aprovecha para introducir mejoras
técnicas y de seguridad.
Asimismo, ha garantizado la independencia y transparencia
con que opera la institución que preside, valores que reclama como
fundamentales a la hora de transmitir información a los ciudadanos. “La
desconfianza se combate con transparencia: es una lección que tenemos aprendida
desde los años 80 –cuando se produjo el accidente de Chernobil– y este no es el
momento de ir para atrás”, argumenta.
En todo caso, reconoce que en las críticas respecto
al funcionamiento de Cofrentes pudo haber “cierto ruido” y entiende que todos
los grupos tienen derecho a expresar su opinión, pero pide a los ciudadanos que
“escuchen” tanto lo que dicen los grupos críticos como lo que exponen las
autoridades responsables en seguridad, que es el CSN.
“Nosotros tenemos la independencia por ley así como
la independencia de criterio técnico de los expertos, que no dudan en levantar
la bandera cuando detectan algún fallo”, ha garantizado Lentijo que insiste en
que en el mundo nuclear “la prioridad absoluta” es la seguridad, para lo que
los técnicos aprenden con “honestidad y coraje profesional” de los errores y
desgracias como las de Chernóbil (1986, Ucrania) o Fukushima (2011, Japón) y
las transforman en una mejora positiva de la cultura de seguridad.
Mejoras
continuas
En ese contexto, insiste en que “no hay una buena
seguridad nuclear con complacencia” por lo que uno de sus objetivos al frente
del regulador es mantener un “‘sinvivir’ continuo” de mejoras en el parque
nuclear, en las instalaciones radiactivas así como en el propio organismo
regulador, para que esta sea una institución “robusta, creíble, fiable y
transparente”, que ofrezca a la sociedad un servicio “acompasado a su exigente
demanda” en la seguridad nuclear y protección radiológica.
En el contexto nacional, ha garantizado que las
centrales nucleares españoles y el resto de instalaciones radiactivas son
seguras dado que si fuera de otra manera y opinara que “hay una sola que no
cumple los niveles” el CSN tendría la “obligación” de pedir que parase.
“De lo que indican nuestros sistemas de evaluación,
inspección, supervisión y control deducimos que el parque nuclear tiene unos
indicadores de seguridad muy altos y, podemos decir, que en comparación con
centrales de otros países, que están en la franja alta de la tabla”, ha
destacado.
No obstante, ha incidido en que hay que ser “muy
cuidadosos” y no “meterse las manos en los bolsillos” sino “todos los días”
identificar de forma activa cualquier problema y, para ello, ve “fundamental”
tener motivado al personal. “Sí, son seguras, si no, tendrían que parar, pero
que nadie se crea que con esto enviamos un mensaje de autocomplacencia, que es
muy peligrosa”, ha reiterado.
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