Picassent Solar, primera Comunidad Energética Renovable Agrovoltaica de España
La planta permitirá abastecer a los agricultores y a unos 500 usuarios -hogares y pymes- que se encuentren en un radio de cobertura de 50 kilómetros desde la instalación
Transición Energética Solar (Tranesol), empresa centrada en el desarrollo de proyectos fotovoltaicos, y Sapiens Energía, cooperativa sin ánimo de lucro especializada en la creación y gestión de comunidades energéticas, crean la figura de Comunidad de Energía Renovable Agrovoltaica o Agro-fotovoltaica, modelo que permite valorizar zonas abandonadas, degradadas o de productos de baja rentabilidad mediante la reconversión del cultivo y la implantación de una planta de generación de energía renovable.
El primer proyecto, Picassent Solar, que se
construirá a finales de 2021, es ejemplo de esta convivencia entre generación
de energía renovable con la tecnología más avanzada y actividad agrícola, con
un diseño sostenible, adaptado a la realidad del territorio y que permitirá
generar actividad económica local y empleos en un suelo sin trabajar en los
últimos 40 años -de una explotación porcina abandonada-, lo que había provocado
su degradación.
El proyecto se ha presentado en una jornada online
en la que ha participado la Administración autonómica, con la Conselleria de
Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica y el
Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace, dependiente de la
Conselleria de Economía Sostenible); el IDAE (Instituto para la Diversificación
y Ahorro de la Energía, del Ministerio para la Transición Ecológica), y las
organizaciones representativas de las empresas de energía, Avaesen, y de los
agricultores, AVA-Asaja.
Pedro Fresco, director general de Transició
Ecològica de la Conselleria de Agricultura, destaca que “la agricultura y las
energías renovables no son enemigas, son aliadas, y es fundamental tenerlo
claro. Las renovables son las que pueden ayudar a implantar soluciones sostenibles
en el territorio, el paisaje y la agricultura, porque, sin ellas, la
descarbonización y la lucha contra el cambio climático es imposible. El cambio
climático no negocia y tenemos que actuar cuanto antes; si no lo hacemos,
estamos suicidándonos a futuro. Proyectos como las Comunidades Energéticas
Agro-fotovoltaicas son muy interesantes y ayudan a avanzar en esta línea".
Contribución a
las agendas locales y globales
El modelo agro-fotovoltaico se ha desarrollado con
éxito en otros países, como Japón, Vietnam, Taiwán, Chile, Francia, Bélgica o
Alemania, con proyectos de gran tamaño. La propuesta de Tranesol y Sapiens
plantea proyectos sostenibles, integrados en el entorno, que permitan valorizar
las zonas donde se implanten. De esta forma, se logrará avanzar en dos de los
grandes retos que afronta España: el abandono de tierras de cultivo y la
despoblación rural y el avance en los objetivos globales de generación de
energía con renovables.
En Picassent Solar se instalarán 11.000 metros
cuadrados de placas solares -con 1,5 MW de potencia instalada- en un terreno de
26.500 metros cuadrados de superficie. Las placas estarán en alto -con hasta 4
metros de altura en algunas zonas-, de manera que ninguna de las dos
actividades ejercerá limitación alguna sobre la otra, y en la tierra se
trabajará con cultivos innovadores, de mayor rentabilidad, como frutas
tropicales. Se generarán dos empleos directos indefinidos a jornada completa,
cuatro empleos temporales y seis empleos de manera indirecta. Además, se conseguir
un recorte de 1.920 toneladas de CO2 emitidas a la atmósfera.
En total, la planta permitirá abastecer a los
agricultores y a unos 500 usuarios -hogares y pymes- que se encuentren en un
radio de cobertura de 50 kilómetros desde la instalación. La potencia podría
ampliarse en una segunda fase. “La energía forma parte de nuestra vida y de
todas nuestras actividades. Si estos proyectos ayudan a potenciar la economía
local y generar empleo, a través de las alianzas entre sectores, la aceptación
y participación de la ciudadanía será mayor. Tenemos que conseguir que las
comunidades energéticas vayan ligadas al territorio.
En el caso de los proyectos agrovoltaicos, estamos
hablando de un modelo innovador dentro de otro modelo innovador, el de las
comunidades de energías renovables”, señala Germán Cuñat, jefe del Departamento
de Planificación, Estudios y Energías Renovables, del Ivace. En este sentido,
Ricardo Romaguera, CEO de Tranesol, subraya que, “para el desarrollo de estos
modelos innovadores, que tantos beneficios pueden aportar en las regiones donde
se implanten, es imprescindible el apoyo y la participación de las Administraciones
Públicas”.
La construcción de la planta agrovoltaica se ha
confiado a la empresa valenciana Ingeniería y Desarrollos Renovables (Inderen),
compañía con más de 10 años de experiencia en este tipo de proyectos. "El
sector primario es clave para evitar el despoblamiento de las zonas rurales y
actúa como barrera natural frente a la desertización y al cambio climático,
siendo fijador de CO2.
Necesitamos conseguir una rentabilidad de los
productos agrarios que nos permita adaptarnos a las nuevas tecnologías. La
electricidad es uno de los costes de producción más significativos en
agricultura, por lo que es esencial avanzar en proyectos que permitan mejorar
la rentabilidad del sector", apunta Rosa María Gómez, técnico del
Departamento de Aguas, Proyectos y Expropiaciones de la Asociación Valenciana
de Agricultores, AVA-Asaja.
Por su parte, Marcos J. Lacruz, presidente de la
Asociación de Empresas del Sector de la Energía, Avaesen, apunta que “tenemos
que hablar más allá de modelos técnicos; hablar de modelo social, de
colaboración, entre entidades y entre personas. En este caso concreto, estamos
hablando de un modelo transformador y generador de empleo, con soluciones
técnicas que hacen perfectamente compatibles instalaciones fotovoltaicas en
altura y cultivos debajo”.
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