Los bomberos multiplican los servicios por retirada de enjambres durante la pandemia
A lo largo del 2020, los efectivos del Consorcio retiraron 473 enjambres, mientras que en 2019 habían sido poco más de 150
La pandemia ha tenido un efecto directo en el aumento de los servicios de retirada de enjambres que los efectivos del Consorcio de Bomberos de València realizan en toda la provincia. Así se desprende de los datos obtenidos por la Unidad Forestal del Consorcio, que analiza el número de servicios de esta tipología, y que ubica en 2020 la cúspide del periodo de 2009 a 2020.
A lo largo del
2020, los efectivos del Consorcio retiraron 473 enjambres, mientras que en 2019
habían sido poco más de 150. En 2009 apenas rozaban los 50. Este aumento
progresivo, y que se ha disparado en plena pandemia, parece que también
continúa actualmente, porque entre el 1 de enero y el 27 de mayo de 2021, los
bomberos ya han llevado a cabo 200 intervenciones de retirada de enjambres, y
todavía queda medio año por delante.
Según explica
Raúl Quílez, Técnico Forestal del Consorcio, “este número alto de
intervenciones tiene una relación directa con la bajada de las actividades
apícolas, a causa del confinamiento y de las condiciones meteorológicas de la
primavera de 2020, que favorecían la abundancia de comida para estos insectos”.
Esto ha favorecido el enjambramiento natural, el fenómeno por el cual “sale de
la colmena una reina joven seguida por miles de abejas y zánganos, desde cotas
altas a otras más bajas, buscando otros lugares donde crear una nueva colmena”,
señala Quílez.
Y esa nueva
colmena puede llegar a crearse “en zonas habitadas, siendo frecuente
encontrarlas en lugares variados como árboles, fachadas, farolas, escuelas o
interiores de viviendas”, según explica Ángel Domínguez, también miembro de la
Unidad Forestal del Consorcio, quien añade que “las abejas no son agresivas en
su hábitat, pero si se manipulan o se asustan por ruidos u otros factores
pueden suponer un riesgo para la población”. Por eso, si se encuentra uno de
estos enjambres, no se tiene que tocar sino que se ha de llamar al 1-1-2 para
que se desplacen los bomberos. Estos acuden a retirarlos “en muchas ocasiones
con una gran cantidad de equipos adicionales para poder acceder con garantías
de no dañar al enjambre, a la vez que se permita a los bomberos trabajar con
seguridad”, indica Domínguez. Ya una vez capturado el enjambre, los bomberos lo
hacen llegar a un apicultor profesional para que se haga cargo y asegure su
pervivencia, al ser una especie protegida.
Un trabajo del
Consorcio de vital importancia y que contribuye al mantenimiento del ecosistema
gracias a la protección de este insecto. Y es que “las abejas llevan ya más de
100 millones de años sobre la tierra, con una actividad polinizadora que hace
que más de un tercio de la producción mundial de alimentos dependa directamente
de su ciclo biológico”, nos recuerda Quílez
Sin embargo, las
avispas no están catalogadas como especies protegidas y son más agresivas que
las abejas. En las intervenciones del Consorcio, por tanto, se procede a una
eliminación in situ en aquellos casos que entrañen riesgo para la población.
Desde la Unidad
Forestal del Consorcio de Bomberos de Valencia, se mantienen contactos con
otros cuerpos de bomberos a nivel nacional para seguir la evolución de las
poblaciones de la Vespa velutina en sus zonas de trabajo, para estar preparados
en caso de que se detectase en el futuro su presencia en la provincia de
Valencia y saber cómo proceder a su eliminación.
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