La campaña del ciruelo en la Comunitat, “otro desastre”
infoJUCAR | El sector agrario denuncia el desplome de
los precios con bajadas de hasta el 80%, pagándose a 0,13 euros/kilo
LA UNIÓ de Llauradors ha
denunciado que la campaña del ciruelo, al igual que el resto de la fruta de
verano, es un auténtico desastre sin apenas salida comercial para la fruta y
con los precios hundidos en campo en las últimas semanas casi un 80%.
La agrupación agraria,
preocupada ante esta situación, ya ha solicitado una reunión urgente con la
nueva consellera de Agricultura, Mireia Mollà, para trasladarle la problemática
en la que se encuentran los productores de fruta y pedirle que actúe de forma
urgente con el establecimiento de medidas efectivas como ayudas directas que
compensen la pérdida de renta.
La campaña se inició en
la primera semana de junio con una cotización de 0,60 €/kg, que ya representaba
un 10% menos que la pasada campaña. En sólo un mes, durante la primera semana
de julio, el precio volvió a caer hasta una horquilla de entre 0,15 y 0,38
euros/kg y esta misma semana ya está a 0,13 €/kg. En apenas seis semanas la
cotización del ciruelo ha bajado casi un 80%. Sin embargo, resulta
contradictorio que en los lineales de los supermercados el precio continúe
manteniéndose alrededor de 2,30 €/kg.
Con las cifras ridículas
que perciben los productores no cubren ni de lejos los costes de producción que
se sitúan entre 0,30 y 0,35 €/kg y algunas cooperativas presumiblemente
liquidarán en negativo, es decir tendrán que pedir dinero a sus socios por los
gastos de manipulado y destrucción de la fruta que no puede salir al mercado.
Los agricultores señalan
que en las últimas semanas no existen operaciones de venta y las cámaras
frigoríficas están empezando a llenarse. Para no colapsar las mismas se ha
dejado de recolectar y la fruta madura ya se echa a perder en los árboles, ante
el riesgo evidente de un aumento de la población de la Mosca del Mediterráneo
que podría afectar también a otros cultivos como los cítricos o los caquis.
LA UNIÓ indica que el
argumento de mayor cosecha tampoco vale pues la producción estatal en esta
campaña es un 22% inferior a la media de las últimas cinco y más baja que la
pasada, por lo que lo que la parálisis podría obedecer más a una cuestión de
pura especulación comercial. También se justifica en que Brasil, uno de los
principales compradores de ciruela a nivel mundial, habría paralizado las
compras en España alegando motivos fitosanitarios, pero no existe ninguna
confirmación al respecto.
Paralelamente a las
cotizaciones, la superficie plantada de ciruelos se reduce de forma
considerable en los últimos años, hasta el punto que según datos del Ministerio
de Agricultura se arrancaron en 2018 un total de 177 hectáreas en la Comunitat
Valenciana, el 5% de la superficie. De no cambiar las perspectivas muchos
agricultores están pensando en abandonar el cultivo, con lo que eso puede suponer
de destrucción del territorio y de foco para la expansión de incendios
forestales.
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