Denuncian una oleada de robos en campos vallados de kiwis y aguacates
infoJUCAR | AVA-ASAJA señala que los
robos de kiwis se producen mayoritariamente en el término municipal de
Picassent, mientras que los campos de aguacates víctimas de robos se concentran
en Les Valls, en el Camp de Morvedre
Las cosechas de kiwis,
especialmente, pero también de aguacates, que se cultivan en el campo
valenciano se están viendo sacudidas por una oleada de robos que desatan una
profunda indignación entre los agricultores.
Ambas frutas
subtropicales han empezado a introducirse decididamente en la Comunitat
Valenciana debido a que los precios obtenidos en campo suelen resultar más
atractivos que los percibidos con otros productos más tradicionales y ese
factor de rentabilidad parece ser el que está animando a los ladrones a
concentrar sus acciones delictivas en estos cultivos emergentes.
Los agricultores están
comunicando a la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) una serie de
sustracciones de kiwis y aguacates incluso en explotaciones que cuentan con un
vallado perimetral, cuya instalación ha requerido una elevada inversión
precisamente para evitar este tipo de asaltos. La organización agraria señala
que los robos de kiwis se producen mayoritariamente en el término municipal de
Picassent, mientras que los campos de aguacates víctimas de robos se concentran
en Les Valls, en el Camp de Morvedre.
Un ejemplo especialmente
ilustrativo del clima de inseguridad que padece el sector agrario es el de un
asociado de Picassent que ha presentado tres denuncias a la Guardia Civil en
cuatro días (el pasado domingo, ayer martes y hoy miércoles) por una sucesión
de robos de kiwis en su campo vallado. Si sumamos los tres incidentes, la
cantidad de producción sustraída asciende a unos 7.000 kilos que, teniendo en
cuenta el precio medio de 0,60 euros por kilo que hay ahora mismo en el
mercado, estarían valorados en un total de 4.000 euros. El agricultor, que
explica que los ladrones lograron acceder a la explotación tras forzar y
levantar la valla, ha perdido alrededor de la tercera parte de su cosecha, una
circunstancia que convertirá una campaña que albergaba unas excelentes
perspectivas comerciales en un ejercicio con graves pérdidas económicas. Su
caso, desgraciadamente, no es un hecho aislado.
El presidente de
AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, subraya que “la inseguridad rural ha llegado a
unos extremos inadmisibles y supone una lacra que amenaza la continuidad de
cientos de explotaciones. Es inconcebible que un agricultor acuda a su lugar de
trabajo, al campo, y se encuentre con que le han robado su medio de sustento
con tanta facilidad y total impunidad. España se encuentra en el furgón de cola
de la seguridad. En lugar de complicarnos la vida con más y más burocracia,
queremos una administración que nos permita trabajar en paz y con la protección
que pagamos a través de nuestros impuestos”.
Al respecto, Aguado
ironizó al afirmar que “a los agricultores nos deberían de bajar los impuestos
para que pudiéramos pagarnos la vigilancia de nuestros huertos, ya que las
fuerzas destinadas a tal fin no dan abasto e incluso algún policía ha llegado a
sugerirnos que pasemos la noche en el campo y les avisemos cuando vengan los
ladrones, lo cual ya es el colmo”. El dirigente agrario ha enviado una
solicitud formal al delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan
Carlos Fulgencio, para reclamarle más medios en materia de vigilancia en el
medio rural y sobre todo en aquellos cultivos que en estos momentos se
encuentran en su fase óptima de maduración.
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