“O la consellera Elena Cebrián desconoce la realidad del mundo rural valenciano o alguien le está asesorando mal”
infoJUCAR | LA UNIÓ de Llauradors cree que la
consellera de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural
elude responsabilidades sobre las licencias para las granjas en la Comunitat
Valenciana
LA UNIÓ de Llauradors i
Ramaders cuestiona el posicionamiento de la consellera de Agricultura, Elena
Cebrián, referente a la problemática sobre las licencias para granjas y
considera que “elude sus responsabilidades” en un asunto de gran importancia
social y económica para las zonas rurales de la Comunitat Valenciana.
Ramón Mampel, secretario
general de LA UNIÓ, indica que han trasladado este problema ya directamente a
la consellera y a su equipo varias veces, y es muy claro al respecto: “O la
consellera Elena Cebrián desconoce la realidad del mundo rural valenciano o
alguien le está asesorando mal porque dice cosas que no son ciertas y se llenan
la boca de una agenda antidespoblamiento, pero olvidan que las granjas generan
rentas en muchos municipios de zonas económicamente deprimidas en las que cada
vez es más difícil que sus habitantes permanezcan”.
Mampel indica que lo
cierto es que “entre unas cosas y otras los ganaderos de la Comunitat
Valenciana que desean abrir o ampliar una granja tienen cada vez más trabas
burocráticas para ejercer la actividad y los trámites son eternos -hasta cuatro
años en algunos casos-, situación que contrasta con la actitud diligente de
otras comunidades autónomas donde facilitan la actividad”.
El problema donde se
bloquean los expedientes, tanto de apertura como ampliación o regularización
administrativa de granjas ya en funcionamiento, proviene de la exigente
normativa en la Comunitat Valenciana para lograr el informe de impacto
ambiental. Por ejemplo, en comunidades vecinas como Aragón, Cataluña o Castilla
la Mancha se requiere el visto bueno ambiental en una granja de porcino a
partir de una capacidad de 2.000 plazas de cerdos, mientras que en la Comunitat
Valenciana es imprescindible para instalaciones de solo 400 plazas.
En sus últimas
declaraciones o en su reciente intervención en les Corts el pasado 5 de junio
la consellera califica como “enormes” las granjas con una dimensión rentable
cómo son las de más de 2.500 plazas de engorde de porcino o las de más 85.000
pollos de engorde (que se tramitan a través de una autorización ambiental
integrada), cuando por ejemplo en las comunidades autónomas vecinas esto ni se
cuestiona mientras cumplan la legalidad vigente.
Afirma la consellera de
Agricultura en sede parlamentaria que “el motivo de la necesidad de
autorización ambiental integrada es que tienen implicaciones por su emisión de
nitrógeno, cuando no es así de una forma generalizada y depende del uso y
tratamiento que se haga en cada explotación de los subproductos (purín y
gallinaza), que por cierto en la mayor parte de casos se utiliza para hacer una
fertilización orgánica en lugar de química de acuerdo con las recomendaciones
de la Unión Europea, como responde LA UNIÓ.
Por otra parte, el
procedimiento actual legal marca que las autorizaciones ambientales integradas
se tienen que presentar en la Conselleria, y no son los Ayuntamientos los
encargados de remitirlo a ésta, tal y como repite la consellera en sus
recientes intervenciones.
Por otra parte, las
explotaciones ganaderas que se tramitan a través de una licencia ambiental
(entre 400 y 2.500 plazas de engorde de porcino y entre 10.000 y 85.000 plazas
de pollos de engorde) también pasan por Conselleria debido a la tramitación del
estudio de impacto ambiental y por ello la práctica totalidad de los
expedientes de legalizaciones de explotaciones ganaderas pasan por la
Generalitat.
LA UNIÓ señala que los
Ayuntamientos dan la licencia ambiental, pero necesitan el visto bueno de la
Conselleria para el impacto ambiental y por tanto la legalización no depende
única y exclusivamente de los Consistorios como afirma la consellera Cebrián en
reiteradas ocasiones, eludiendo la responsabilidad en este asunto que compete a
su departamento.
Por otra parte, la
consellera nombra también en les Corts la Ley 16/2002 que es una disposición
derogada y fue sustituida por el R.D. Legislativo 1/2016, de 16 de diciembre,
por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de prevención y control
integrados de la contaminación. LA UNIÓ no entiende como la máxima autoridad en
ganadería de la Comunitat Valenciana nombre en sesión parlamentaria una
normativa derogada hace ya dos años de un tema de tanta importancia.
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