La Escuela de Enología y la UPV organizan unas jornadas de convivencia para sanear los bosques
+ TURIA | La
escuela, dependiente de la Diputación, retoma las prácticas de campo para
compartir conocimientos en el paraje natural La Hunde de Ayora
Tras unos años de paréntesis, la Escuela de
Viticultura y Enología de Requena y la Escuela Técnica Superior de Ingeniería
Agronómica y del Medio Natural han retomado las prácticas de campo que
realizaban de forma conjunta en el monte de La Hunde en Ayora. Han sido
partícipes de esta actividad los alumnos del Ciclo Superior Forestal de la
escuela, dependiente de la Diputación, y los alumnos del Grado en ingeniería de
Montes de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV).
“El hecho de compartir esta experiencia resulta
muy enriquecedor por el intercambio de información y de conocimientos entre
alumnos y profesores de ambos centros”, ha señalado el profesor encargado de
las jornadas, Jorge Montés. Estas prácticas consisten en el replanteo de
parcelas de trabajo en las cuales se realiza el marcado de árboles, con el
objetivo de aclarar la masa –cantidad de árboles en un entorno– siguiendo
criterios diferentes y así examinar su evolución.
En el caso concreto de La Hunde, hace 55 años se
repoblaron más de 2000 árboles por hectárea y con el paso del tiempo “se
molestaban unos a otros”, ha comentado el profesor de la UPV Eduardo Rojas. Los
estudiantes realizan clareos para bajar la densidad del entorno, y de esta
manera disminuyen las posibilidades de sufrir incendios o sequías, además de
ser una zona más estable ante vientos y nevadas. “Es interesante combinar
fuerzas con la escuela. La experiencia es muy positiva porque la escuela de
Requena está muy familiarizada con la utilización de maquinaria forestal, y
tienen todos los elementos de seguridad para ejecutar las herramientas”, añade
Rojas.
El trabajo de marcado se hace con equipos mixtos
formados por alumnos de ambos centros. Una vez establecidos los árboles a
aclarar, los alumnos de la escuela de Requena han procedido al apeo de los
mismos, bajo la supervisión de los profesores Miguel Ángel Argilés y Benjamín
Martínez, poniendo en práctica los conocimientos adquiridos en aula.
Jornadas de convivencia
“Todo lo que sea salida a campo a los chavales
les entusiasma, y relacionarse con profesionales del ámbito les enriquece”, ha
contado Montés. En estas jornadas de convivencia, los alumnos son capaces de
aplicar aquello estudiado en clase, cómo evolucionan las masas, además del
marcaje de parcelas y señalamiento de árboles.
La universidad ofrece el lado más técnico y la
escuela más ejecutivo, por lo que, en palabras del profesor, “nos
complementamos”. “Ponen a los alumnos en situaciones reales que podrían
encontrarse en el trabajo”, ha añadido. Acciones como esta tienen un impacto a
largo plazo en el medio, y dentro de unos años los alumnos podrán ver los
resultados.
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